El mismo día en que el jugador aterrizó en París para firmar con el PSG, el club tenía ya preparada su alfombra roja para recibir con honores al delantero, que ha congregado a cientos de aficionados en los alrededores del estadio. Consiguió convencer a Gil de que no hablase con los medios ni bajase al vestuario, con lo que la situación se tranquilizó notablemente. El 3 de noviembre, tras reunirse el presidente con la plantilla, ningún jugador resultó despedido, aunque sí el secretario técnico Miguel Ángel Ruiz.